Escritos filiales

20 meses ya

 Hoy es 24, uno más en el calendario del tiempo, mis pensamientos siguen siendo los mismos. La cruel pesadumbre que me desvela, sigue martilleando mi cabeza. Cada día mi corazón intenta sobrevivir y camina por la senda de tu recuerdo y escucho tu voz en la lejanía del cielo. No sucumbiré en los días grises porque van a mi lado las alegrías que me diste, tu memoria y tu cariño. La melancolía que me oprime dibuja en mis labios una leve sonrisa fingida por el pasado. La vida me ha puesto a prueba, pero tu estrella me empuja y me dice que no me detenga, sin embargo camino sin andar, sin ir a ninguna parte, no puedo borrar de mi cabeza lo que llevo tatuado en el alma. No morirás mientras tenga sueños y los sueños tuyos son. Si me ves te darás cuenta que no te he olvidado, sigue hablándome en susurros y perdóname si te he fallado. En la agonía de mi ocaso se perfilan en mi piel los pliegues por paso del tiempo. Quiero creer que te fuiste para dejar de sufrir pues la vida se puede describir con distintas melodías, cada cual tiene la suya con música alegre o acordes melancólicos. Nos legaste la dicha de tu memoria y sólo por esto TÚ nunca nos dejarás.